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Netflix: el Jesucristo de las marcas personales

No quiero que los católicos, cristianos o quienes son muy religiosos crean que estoy faltándole el respeto a Jesús porque no es así, pero así como el Señor Jesús trajo un alido de esperanza a muchos corazones en su primera venida, lo mismo esta haciendo Netflix con tantas marcas y celebridades que muchos pensábamos que ya habían quedado en el olvido. Desde Donald Trump (cuya popularidad va de «on» a «off» de un momento a otro), la fallecida Whitney Houston, Los Kennedy, Gloria Allred y ahora Luis Miguel están viviendo el resultado de la ecuación Netflix.

Antes de entrar en materia, es preciso que les de un poco de contexto. Netflix es la plataforma de streaming más importante del mundo y la cual ofrece por una tarifa plana a los usuarios películas, series de televisión y documentales. Fue creada en 1997 e inició el servicio de suscripción en 1999. Actualmente, 26 millones de personas en todo el mundo, a excepción de China, Corea del Norte y Siria, pueden suscribirse por un costo de 8 dólares o más, dependiendo del plan que soliciten. En este sentido, es importante señalar que en el año 2000, Netflix le ofreció 50 millones de dólares a la compañía Blockbuster, una famosa cadena de videos estadounidense que reinó en los 90 y principios de los 2000. Sin embargo, la propuesta fue rechazada. Ahora Netflix es el líder en el mercado y Blockbuster subsiste con algunos locales en Estados Unidos y México.

Habiendo dicho esto, podemos inferir que el alcance que tiene Netflix es sumamente alto y que no hay mejor plataforma que esta para resucitar una que otra marca o celebridad, golpeada por el tiempo o por las crisis. El servicio de streaming tiene la ecuación perfecta: visibilidad, alcance y control del mensaje

Visibilidad porque le permite a las marcas y a las empresas exponerse ante sus audiencias de una manera positiva; alcance porque debido a la cantidad millonaria de usuarios que posee el servicio, no solo están llegando al segmento que les interesa sino a otros públicos que podrían significar oportunidades de negocio o descubrimiento; y control del mensaje porque las marcas, las celebridades y las empresas dan su versión de los hechos y cuentan sus propias historias. Esto, sin necesidad de incluir a terceros o a fuentes complementarias que le agreguen veracidad a los contenidos.

A continuación y con el objetivo de darles ejemplos de esto, les dejo estos tres casos puntuales en los que se puede ver claramente la influencia positiva que ha tenido Netflix: 

Luis Miguel

Desde el año pasado, cuando se anunció la posibilidad de que él contara su historia, se generó una gran expectativa. ¿Qué dirá? ¿Cuáles aspectos de su vida va a tocar? Por qué lo esta haciendo ahora y no antes?, en fin muchas preguntas y pocas respuestas. Ahora la serie tiene 7 semanas e igual número de capítulos y todos, incluyéndome porque soy fan de Luis Miguel, estamos entusiasmados con la producción. Los domingos representan un toque de queda. 

Aunque muchos quieran verlo desde el punto de vista romántico, la verdad es que Luis Miguel necesitaba una jugada como esta para conquistar nuevamente a su público y llegar a esa nueva audiencia (millenials y centenials) que lo ve como el Javier Solís de los años 80 y 90. Gracias a la serie de Netflix, el artista ha tenido una gran visibilidad y ha logrado un cambio significativo en la percepción de las personas hacía él. Ya la gente no lo ve como el artista arrogante e inaccesible, sino como una figura que es lo que es y que se comporta como se comporta por la falta de amor, de afecto y por el abuso al que se vio sometido por parte de su padre Luis Rey.

Esa empatía del público hacia este artista se ve reflejada en el aumento de reproducciones de sus videos en Youtube, así como la creación de canales dentro de esta plataforma para hablar de la serie. De la misma forma, las canciones de Luis Miguel, incluso las más antiguas, han subido de posición en los rankings de Spotify, generando un incremento en la demanda hacia este artista de un 64%. Por ejemplo,  la búsqueda de «Culpable o no» de 1989 se incrementó en un 4,000 por ciento y se posicionó en el segunfo lugar del Top 50 de México. Lo mismo ha pasado con «La Incondicional», «Cuando calienta el sol» y «Ahora te puedes marchar». 

Luis Miguel es un caso muy interesante porque nos enseña el poder que tienen las plataformas digitales y sociales y, sobretodo, el Storytelling cuando se utiliza como es debido. Este artista se paso toda su vida adulta de espaldas a los medios de comunicación, con un gran hermetismo que luego de que pasaron los años dejó de ser interesante para su audiencia. En la actualidad, la gente quiere conectar, conocer y sentir lo mismo que siente su artista favorito, sobretodo creer que es una persona cercana y tener acceso a él aunque sea a través de las redes sociales. Con esta serie, Luis Miguel ha logrado conectar y lograr empatía por parte de sus seguidores. Debería darle las gracias a quien lo convenció de hacerla porque su carrera acaba de resucitar. 

Donald Trump

Donald Trump es otro ejemplo claro del poder que tiene Netflix. A pesar de que es una figura odiada por muchos, no podemos negar que su popularidad ha aumentado desde que el servicio de streaming ha colocado en su biblioteca varios documentales y series que hablan sobre él. En todas estas producciones se muestra la historia de Donald, su vida personal, se explica el por qué está donde está y hasta se justifica que hoy ocupe la oficina oval.

Se le muestra como un hombre de mal caracter, pero que puede ser considerado un ejemplo a seguir por su astucia, inteligencia y su capacidad de rodearse de un gran equipo para lograr sus objetivos. Incluso, se han promocionado documentales como «Get me Roger Stone» en el que el mismo Stone (un consultor político de Estados Unidos) habla sobre las cualidades de Trump para ser presidente desde los años 80.

Al final y tomando en cuenta el auge que tiene el emprendedurismo en la actualidad, es prácticamente imposible no conectar con Trump o, al menos, no simpatizar con él en alguno que otro aspecto. 

Whitney Houston

Aunque el documental sobre ella no es original de Netflix, el hecho de que este dentro del servicio de streaming le da un alcance mucho mayor. La producción que se llama «Can I Be Me» tiene como objetivo justificar los excesos de la cantante, su caída y su desafortunada muerte. Con esta produccion logran, a través de casi 2 horas, sensibilizar a quien lo ve y hacerle entender que Houston no fue del todo responsable del rumbo que tomó su vida. Este documental se presentó en Sundance e incluso fue premiado, pero logró una mayor repercusión cuando se difundió en Netflix.

En conclusión, Netflix es igual a poder. Los artistas, las marcas y las empresas lo saben y por eso la utilizan para conectar con sus audiencias claves. Les invito a que vean estos tres casos que les menciono con ojo crítico y a que nos encontremos nuevamente el próximo jueves. 

 

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2 comentarios en “Netflix: el Jesucristo de las marcas personales

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