Crisis, Estrategia, influencers

Agallua, el plagio y la piel tan fina de los influencers de RD

Desde el amor, vamos a hablar del tema de Agallua, su crisis y el plagio que quedó al descubierto en su planner 2020 y en algunas de sus plataformas digitales. Empecemos dando un poco de contexto para el que todavía no conoce bien qué fue lo que paso. Agallua es una influencer que se ha vendido como una mujer «sorora», es decir una mujer que apoya a otras mujeres en su búsqueda de crecimiento, ya sea profesional y personal y que en poco tiempo construyó toda una comunidad que la seguía a través de su cuenta personal y en otras, como La Peña. El jueves santo en la noche, una joven llamada Carmín, denunció en su Instagram que Agallua no era lo que todos pensábamos. Esa chica sorora, creativa, que había promocionado y vendido con gran éxito un hermoso planner, le debía todo su éxito a una diseñadora francesa a la cual, no sólo le plagió sus diseños para la portada de la agenda, sino para sus cuentas de Instagram.

En resumen, Agallua se lucró gracias a la creatividad de Caroline, la diseñadora francesa en cuestión. Luego de que Carmín publicó este post, surgieron una infinidad de comentarios negativos (era de esperarse) y otras denuncias de profesionales del diseño, la fotografía, la publicidad, hablando de falta de pago o de robo de ideas por parte de esta influencer.

Ahora entremos en materia y analicemos el porqué la gente está tan indignada con este tema, el porqué de tantos comentarios negativos y veamos el tema desde un punto de vista objetivo, que nos ayude a crecer y a aprender.

1- Los seguidores y consumidores hoy en día no sienten preferencia por una persona solo porque sea atractiva o porque el producto sea bueno, los seguidores conectan con los valores, con la transparencia, con el buen hacer, por lo tanto esto que sucedió con Agallua es un claro ejemplo de ello. Agallua vendía sororidad, apoyo entre mujeres, creatividad y emprendimiento. Aún recuerdo un podcast al que ella fue invitada de Stronger Together en el que contaba toda su historia. Es realmente decepcionante ver que los valores que sustentaban su marca personal no eran reales y aún promoviendo el apoyo a la mujer, plagió el trabajo de otra, no le dio su respectivo crédito y hasta se lucró de ello. Eso no es sororidad y en un mundo tan interconectado como en el que vivimos, la gente le exigue a las marcas coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Aquí eso no aplicó.

2- La defensa de bots, de amigas influencers y de cuentas de agencias justificando una falta de ética, tampoco es del agrado de los consumidores y seguidores. Es realmente alarmante ver que tantos influencers locales y «seguidores» (que a todas luces son bots), definan esta situación como un error y cataloguen a las críticas como odio y envidia. Aquí debió de aplicarse la regla del silencio entre sus amigos influencers, sus fieles seguidores y aquellas cuentas que lo que querían era ayudarla. Yo, como comunicadora estratégica, si veo que un amigo le está pasando esto y el plagio es real, lo asesoraría para que dé unas disculpas públicas, acepte su error y dé garantías para solucionarlo. No lo defendería en público, ya que asumir una defensa de un delito le haría más mal que bien a mi querido amigo.

3- Las denuncias de otros artistas, diseñadores, publicistas entre otros profesionales sobre plagios y servicios no pagados. En RD tenemos una gran comunidad de artistas, de freelancers, de escritores y periodistas que luchan con el plagio y ven cómo su trabajo aparece en páginas digitales y en cuentas de Instagram. Por lo tanto, no me asombra la cantidad de comentarios negativos que generó toda esta situación. Los consumidores y los seguidores empatizan con lo que han vivido y a la verdad todos ellos, y confieso que hasta yo (porque a mi también me han plagiado), nos hemos visto reflejados en Caroline, la diseñadora francesa.

4- El texto que envió Agallua a sus amigas de La Peña junto al voice note diciendo que estaba tranquila y que la gente solo estaba destilando su odio y envidia aprovechando la cuarentena, dejó mucho que decir sobre sus valores, su marca y su reputación. Y aquí quiero hacer un aparte. Los influencers de RD tienen la piel muy fina. Todas las críticas que se le hacen, aún aquellas que son constructivas, las toman como odio, envidia y celos. ¿De verdad? ¿Es en serio? ¿Ustedes quieren ser figuras públicas y solo recibir elogios? Lamentablemente, el que no esté preparado para que lo critiquen, que cierre su cuenta de Instagram y se dedique a otra cosa. ¿Por qué los seguidores que critican lo mal hecho son envidiosos o venenosos? ¿Tener miles de seguidores en Instagram y que te den comida gratis en restaurantes es razón suficiente para envidiar? ¿Ser «famoso» en redes sociales es garantía de éxito para todo el mundo? Los dejo con estas preguntas.

5- Finalmente, las disculpas no creíbles de Agallua. Como conocedora del tema, les puedo decir que este statement pidiendo «perdón», hablando desde el «yo» y colocando la disculpa en un tercer párrafo no fue efectiva. ¿Por qué no lo fue? Porque todas las acciones anteriores la desmeritan. Desde bloquear a la diseñadora cuando le escribió de forma muy decente para reclamar el uso de su trabajo, subir stories de todo menos de eso ignorando lo que estaba pasando, enviarle a su grupo de La Peña esos mensajes, incluso diciendo que su inspiración salió de imágenes de internet que fue encontrando; si sigo el listado no termino hoy.

En resumen, espero que este caso nos ayude a todos a ver lo siguiente:

A los influencers; a no creerse la última Coca-Cola del desierto y a entender que las marcas personales así como las comerciales, se construyen en base a los valores, no a las fotos bonitas.

A los seguidores, a ser más críticos, a entender que no todo lo que brilla es oro y a investigar mucho más a aquellas personas que les ofrecen productos o que les cuentan con orgullo sus historias de emprendimiento.

A las marcas, a seleccionar con cuidado aquellos influencers que contratan. Se supone que cuando una marca contrata a un influencer es porque los valores de ambos se conectan, se solapan. Esta crisis de Agallua no solo la afecta a ella, sino también a las marcas que ella representa.

Me despido,

Romy!

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32 comentarios en “Agallua, el plagio y la piel tan fina de los influencers de RD

  1. Nydia Alegria dijo:

    Qué pena me dá personas tan poco auténticas y no originales que tienen que copiar a otros para estos con manipulación y engaño llegar hasta un lugar en esta sociedad de comunidades virtuales y públicas! Es bueno que sucedan estos desenmascaros para así aprender que no todo en las personas que idolatrámos muchas veces son en realidad honestas y favorables para nuestra sociedad donde estos tienen alcance.

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  2. Pamela Rodríguez dijo:

    Totalmente de acuerdo contigo Romy, agregaría mi recomendación: Que sea lo más transparente, humilde que pueda, que admita todas los errores y cosas como inexperta o emprendedora tomó sin entender las consecuencias de sus acciones, sin pretender dañar o llenar de prejuicio a sus seguidores… y no se siga defendiendo de que es lo más original y esforzada en estos momentos no se te pide que te defiendas sino que te traiga «Paz» la verdad porque los usuarios no se les toma el pelo. Puede aprovechar la plataforma del boom que tiene en estos momentos para recomendar a otros emprendedore de no cometer sus errores por la inexperiencia, puede salir muy fortalecida de esta crisis y ser ejemplo social de tomar mejores practicas de no volver a hacerlo y defender el trabajo intelectual de otros, pero solo desde los ojos y acciones de la humildad y no la soberbia.

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  3. Pamely R dijo:

    Muy bien dicho! Y no es solo el plagio a la diseñadora como mencionaste, a otras marcas y más personas también.

    Yo sigo una página en Instagram llamada “versos menudos”. El dueño y escritor de la página es un alma libre que escribe frases que salen de su cabeza. Ella era o es seguidora de esta página social y hace poco le envío un dm diciéndole; “y ese verso es tuyo” el dueño de la página se indigno porque el día que el público ese verso en su página fue en 2018 y ella incluso comentó el post y dijo que él era muy duro y etcétera. El/Ella dijo “oh pero que ignorante porque ella incluso comentó el post ese día que publiqué ese verso que salió de mi cabeza, y encima lo utiliza para el título de su agenda y no me da mis respectivas crédito por el verso que utilizó. Le dije que si que ese verso era mío que ella lo sabía y que ella lo hubiese visto hace tiempo y que se hizo autora del mismo y le comuniqué claramente que quería mi crédito porque ese verso era mío y ella estaba ganando dinero con un verso ajeno. Ella subió una historia en su Instagram de 24 horas pidiéndome disculpas, eso me indigno aun más porque 24 horas no es suficiente para disculparse y darme el crédito que me pertenece, yo pensé que haría un post dedicado a mi pidiéndome disculpas y dándome mis crédito y no lo hizo.” Estás fueron las palabras del dueño de la página de Instagram “versosmenudos”.

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  4. Lucy Torres dijo:

    A mi me da mucho pesar este caso, más por la cantidad de jovencitas que la ven como un ejemplo a seguir. Lo grave no solo está en el hecho en sí, sino en todo lo que le prosiguió.

    Si hay algo seguro en la vida es que nos vamos a equivocar muchísimas veces, no podemos creernos que siempre haremos todo bien y menos cuando somos figuras públicas.

    Yo espero que mucha gente despierte de su sueño con muchos influencers y los bajen del pedestal donde los pusieron. Que los vean como lo que son, personas con virtudes y defectos.

    Sobre todo espero que esta joven aprenda de su error, no tanto por su imagen pública (eso va y viene) sino por su integridad como ser humano y por los valores de los que tanto alardea.

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    • Romina Vásquez dijo:

      Así es! Hay que tener mucho cuidado. Es bueno que la gente entienda que ser influencer no debe ser la meta más importante en la vida. Hay otras cosas mucho más importantes que esa.

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  5. 3nirehtak dijo:

    Excelente reflexión, lo más indignante de la situación para mi es ver como personas defienden lo indefendible, catalogándolo como un ‘Error lo comete cualquiera ’

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  6. Katherine Aybar dijo:

    Me encanta tu forma de desmenusar el tema sin ofensas y con la coherencia que hasta ahora nadie lo ha hecho. Si Agallua hubiese tenido el nivel de expression que tienes tu para haberse disculpado y buscar soluciones a su error como por ejemplo devolverle el dinero a las personas de las cual se lucro talvez la Historia fuese otra.

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  7. Jahy dijo:

    Agallua is a SHE jer name is Sarah Mendez 🙂 the article refers to this person as «he». Second of all, I agree. She sold a concept she obviously wasn’t, a product she didn’t create & took all the credit for. Her apology post was hard to believe at best. I really hope this is a big lesson learned for her & others who follow those footsteps…at least give credit where credit is due. Ask for collab & everyone wins‼

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  8. A.R dijo:

    Totalmente de acuerdo contigo. Es increíble como con tantas pruebas hasta en la “disculpa” se nota tan altanera y sin aceptar sus errores. Y los otros “influencers” y personas del medio posteando mensajes crípticos pero que eran obviamente apoyándola. Si son amigos de ella mejor que no hablen nada.
    En fin, los so called “influencers” de este país tienen que poner los pies sobre la tierra y trabajar en su originalidad y ofrecer mejor contenidos.
    Yo mientras tanto no sigo a ninguna de esas personas.

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  9. Mayobanex . G dijo:

    Excelente , me gusta de tus posts que a parte de una evaluación objetiva de la situación también buscas la lección de nos deja y en cierto modo sacas el lado positivo del suceso, me encanta tu forma de escribir….

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  10. Naiomis dijo:

    Mis aplausos para este artículo. Conozco parte de su trabajo como periodista que soy, y de verdad al ver el voice note, me dije: De verdad que no puede ser. Se escucha arrogante. A todos los que nos han plagiado o tomado un trabajo sin decir nada, de verdad, eso duele mucho, como se pueden lucrar con tu sudor y tu esfuerzo.

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